POEMA A SANTA EMILIA

 

                                                    A SANTA EMILIA DE RODAT

Háblame de Dios

dijo el Maestro

y el discípulo hambriento de imposibles.

Y el Maestro calló.

y siguió viviendo.

El discípulo terco preguntaba

día tras día,

y el Maestro callaba

y sólo con su vida respondía.

El Dios que tú nos dejaste,

tuvo nombres de personas,

fueron acontecimientos,

fue la noche y tu esperanza,

fue tu valor y tu miedo,

fue el débil de mil maneras,

fue tu dolor y tu riesgo.

Fue tu vida toda el

tan cargada de misterio;

del misterio que te hizo

del que tú llevabas dentro,

del que siempre nos hablaste

nunca,entero, descubierto.

Jamás podremos, Emilia

descubrir ese secreto.

Mejor, que no lo agotemos

mejor, que siempre sea nuevo

porque así al pensarte hoy

nos produces descontento

Ahí estás mujer entera

en tu ser y en tu misterio

en provocación continua

pregonera en el silencio

 

Sor Rorario García

        

Santa Emiliaadmiro tu corazón grande
que sufría con los problemas de la gente.
El arranque y la efectividad
con que le dabas respuesta.

Entendiste que la educación
era un importante camino
para ayudar al hombre,
pero no dudaste en emprender nuevas rutas
y ofrecer tus brazos a cualquier dolor.

¡Qué maravilla el hondo deseo
que tenias de Dios!
¡Cuánto tiempo perdida en su amistad!


¡Qué grande tu entereza y aguante
en los sufrimientos físicos y morales!

Quiero dar gracias a Dios
por habernos dado el regalo de hacerte así.
le pido, por tu mediación
el deseo y la fortaleza necesarias,
para dar a nuestra sociedad la esperanza
y la respuesta que tu diste a la tuya.